BARBETA II, ‘cabo de cuerda o trozo de filástica que sirve para tirar de una chalupa y de otros objetos náuticos’, voz náutica de uso común en las varias lenguas romances, de origen incierto.

1.ª doc.: 1539, Guevara.

Este autor nos dice que es «la garrucha con que meten el esquife», definición repetida por Moya en 1564 (Gili), de la que no hay confirmación en otras partes, y que Jal pone en duda. Si realmente existió, hubo de ser secundaria. Minsheu en 1617 lo define ya como un cabo de cuerda con que echan el bote al agua. Por lo común, se toma por un cabo o un trozo de filástica con que se amarra la chalupa u otro objeto, y éste es el sentido que tienen el cat. barbeta, el fr. antic., barbette (1550 y 1661, en Jal) y el it. barbetta [1607]. Hay también el verbo abarbetar [1831, Dicc. Mar. Esp.], más raramente barbetar ‘amarrar con barbeta’, cat. abarbetar íd. y también ‘agarrar, sujetar’ en general, que en Sant Pol de Mar he oído aplicar a cualquier objeto, p. ej. a una persona. Sería fácil imaginar que un verbo correspondiente abarbeter hubiese existido en francés, y que allí se hubiese tomado del alem. ein Schiff vom Strande abarbeiten ‘desencallar un navío’, ‘echar al mar una embarcación que estaba en la costa’, documentado ya por el Wôrterbuch der Marine de Röding. El vocablo se habría aplicado primero a la acción hecha desde el buque, de tirar de la chalupa enviada a la playa, y luego habría tomado en francés el sentido de ‘amarrar la chalupa’, etc.: de abarbeter se habría extraído barbette para nombrar el cabo de cuerda empleado con este fin. El italiano Stratico (1813) nos dice que la barbetta della lancia es una cuerda «qui sert à amarrer la chaloupe à terre au côté du navire», según Jal. Y el origen germánico se apoyaría en la circunstancia de que el fr. barbette en Francia ya aparece en 1550; de Francia habría pasado a España y de ahí a Italia. Expresiones correspondientes a la alemana se encuentran en las lenguas germánicas vecinas: neerl. een schip van de grondt afarbeiden, danés afarbeide, citados por Roding. Sin embargo, esperaríamos que el francés hubiese tomado el vocablo del neerlandés o del bajo alemán, y no del alto alemán; ahora bien, la forma afarbeiden que tiene esta palabra en aquellos dos idiomas no sería entonces adecuada. En rigor no sería inconcebible que ya h. 1500 se emplease la palabra alto-alemana en las costas del Mar del Norte, pero en total esta etimología queda así dudosa. Quizá barbeta no sea más que un diminutivo romance de barba por alusión a la hilacha de la filástica. En italiano se dice también barbuccia y barba por barbetta (Diz. di Mar.) y barba del carro [1607] por una cuerda que sujeta el car, aunque todo esto podría ser secundario. De todos modos el castellano, dada la terminación, hubo de tomar barbeta de otra lengua romance.

DERIV.

Abarbetar (V. arriba).